Las vacas se considera un juego infantil que viene de antiguo en toda la cordillera cantábrica. Con este juego los niños imitaban las actividades pecuarias de los mayores. El contexto económico, social y cultural hizo que en entornos rurales como los Valles Pasiegos se perpetuara desde antiguo hasta prácticamente finales de los años 70 del pasado siglo. En el juego de las vacas existían dos modalidades fundamentales:
A.- juego activo de simulación y dramatización de las actividades ganaderas. Los mismos niños hacían de vacas y toros e incluso de otros personajes como pastores, ganaderos e incluso de mastines o lobos.
B.- juego sedentario. Los niños eran siempre los ganaderos y las vacas eran juguetes construidos por ellos mismos utilizando principalmente ramas de fresno y avellano. También, se delimitaban prados, bebederos, establos e incluso se imitaban feriales y otras concentraciones de ganado.
En el norte de España, las vacas se llegaron a realizar, además de con ramas, con panojas de maíz, con diversos frutos como patatas, bellotas o castañas y también con barro, cartones, tablas, alambres e incluso botes.
En los Valles Pasiegos, Villacarriedo y Salaya con frecuencia elegían ramas de fresno que, por su configuración, resultaban apropiadas para la realización de toros ( además de los cuernos se apreciaba el órgano reproductor). Para imitar la raza holandesa se quitaba la corteza por partes. Todavía hoy, personas cincuentonas recuerden estos juegos que ya forman parte de nuestra etnografía.
La foto primera, que muestra una colección de vacas, se corresponde con el museo de las Villas Pasiegas en Vega de Pas.
Para leer más,
Valbuena, Celia. Juegos infantiles montañeses. "Las vacas". Publicaciones del Instituto de Etnografía y Folklore "Hoyos Sainz" Vol. II. Diputación Provincial de Santander. 1970.
Para enlazar por la página web del Museo de la Villas Pasiegas,