El fracking parecería destinado a
sacar lo mejor y lo peor del ser humano. Para un creyente podría suponer la
diferencia entre defender la creación de Dios o confirmar que el ser humano es
portador del código de la autodestrucción, mediante la manifestación de la
avaricia.
Así, varios líderes de la Iglesia, expresaron su preocupación por las
técnicas de fracking en la diócesis de Blackburn (Inglaterra), mediante la
presentación de un documento. Advertían que el fracking podría poner en peligro
“la creación gloriosa de Dios”. En 2004, la Iglesia ya manifestó su compromiso
de invertir sólo en empresas que tuvieran “conciencia con respecto al medio
ambiente”.
Sin embargo, la avaricia ya parece
manifestarse en algunos altos dirigentes de la Iglesia, cuando el mes pasado
reconocieron inversiones de millones de libras en una empresa de préstamos
personales dirigidos a las clases más humildes. Estos tipo de préstamos se
caracterizan por presentar tasas de interés exorbitantes.
Hace pocos días, propietarios
ingleses, de más de 500.000 hectáreas de tierras, recibieron una carta del
Registro de la Propiedad, para informarles que comisionados de la Iglesia
desean registrar los derechos mineros de las tierras que habitan. En algunas
partes de Inglaterra, leyes que datan de la conquista normada, dan derechos a
la Iglesia sobre minas y minerales en tierras de propiedad privada. Una nueva
ley establece los plazos para el registro de esos derechos mineros históricos.
La Iglesia de Inglaterra niega el
“registro de derechos” con futuras operaciones de fracking. “La Iglesia no
tiene una política oficial a favor o en contra de la fracturación hidraúlica”,
dijo un portavoz de la Iglesia. Sin embargo, la Iglesia ya ha venido realizando
críticas contra los opositores al fracking. Esta crítica se justifica en que el
combustible escaso y caro resulta más gravoso en los más “pobres”.
Activistas anti-fracking temen que
la Iglesia esté aprovechando sus derechos históricos para beneficiarse de estos
nuevos métodos de extracción de energía.
Habrá que ver si con estas nuevas
técnicas de perforación en el subsuelo, además de poder llegar a las calderas
de Pedro Botero, también nos encontraremos con el Reino de los Cielos. Y es que, con el dinero... ya se sabe.
Para leer sobre el tema,
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