Ante el final del plazo para
presentar alegaciones a la propuesta del Bureau of Land Management sobre los
procedimientos del fracking, se han
presentado 650.000 alegaciones que piden al gobierno federal de E.E.U.U. la
prohibición de la fractura hidraúlica en terrenos públicos. Estas alegaciones
han llegado con la participación de 276 organizaciones ambientales y de consumidores.
Esta documentación ha venido a reafirmar a las 8000 personas que se
manifestaron en la puerta de de la Casa Blanca con las mismas exigencias.
FracTraker, organización sin
ánimo de lucro dedicada a obtener información sobre la industria de
Oil&Gas, confirma que más de 100 municipios, desde Nueva York a Nuevo
México, han declarado prohibiciones o moratorias. Se está empezando a crear una
conflicto de competencias entre los municipios y los estados. Los expertos
opinan que, regulaciones más estrictas
así como las prohibiciones totales irán en aumento y se generaran situaciones
conflictivas con empresas del fracking que
terminaran en los tribunales.
En el inicio del fracking, la técnica se limitó a zonas
rurales y poco pobladas. Los contratos de las empresas con los propietarios de tierras
incluían clausulas de confidencialidad que ayudaron a evitar el afloramiento de las problemáticas asociadas. La breve vida de los pozos de fracking y las necesidades de abrir
decenas de miles de nuevos pozos al año, los está acercando a las grandes urbes, lo que ha llevado a aumentar la visibilidad de la técnica.
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