Un sistema de mapeo, conocido como WATEX y que
combina imágenes de satélites con mapas climáticos, información de
movimientos telúricos y estudios geográficos del terreno y diseñado
originalmente para identificar reservas de minerales ha permitido encontrar una
reserva enorme de agua en Kenia. Desde hace tiempo esta tecnología ha
demostrado su validez en la búsqueda de agua.
El sistema ha sido diseñado por Radar Technologies International
(RTI), empresa con sede en Francia. El proyecto se ha desarrollado entre el
gobierno de Kenia y la UNESCO, con financiación japonesa.
Este
país africano azotado por una sequía crónica responsable de muertes y
desnutrición podría cubrir sus necesidades de agua en los próximos 70
años. La reserva, bautizada con el nombre del acuífero Lotikipi
Basin, se encontró bajo el desierto de la región de Turkana al noroeste de
la cuna de la humanidad, contiene
más de 200 mil millones de metros cúbicos de agua dulce. Sin duda
que esta reserva aliviará bastante a los sacrificados keniatas que residen en
esta región, los que pueden fácilmente caminar unos 15 kilómetros para
encontrar la fuente de agua más cercana.
En
una entrevista telefónica con The Verge, Gachet, presidente y CEO de RTI,
explicó que WATEX no es realmente capaz de "ver " lo que hay debajo
de la tierra y sólo puede ofrecer probabilidades de encontrar agua en un área
determinada. En el caso de reservas a poca profundidad (hasta 80 metros bajo el
suelo), puede identificar las fuentes de
agua con una exactitud del 95-98 % .
"Esto
es literalmente un salto desde el neolítico a la era moderna", dijo
Gachet. "Ellos quieren fertilizar la tierra y cultivar sus propios
alimentos, para superar la economía de supervivencia y pasar a otra más
sostenible".
Gachet
reconoce que esta transición, probablemente tomará tiempo, y debe tratarse con
cuidado. Los habitantes de Turkana necesitan ser educados en técnicas
agrícolas, y deberán perforarse más pozos en torno a Lotikipi, con el fin de
evitar el agotamiento de las tierras agrícolas cercanas. También hay un riesgo
de que los inversores extranjeros puedan abalanzarse a cosechar los beneficios,
egoístamente, quizás a expensas de los habitantes de Turkana.
"Nos
enfrentamos a algo completamente nuevo y tenemos que tener cuidado",
continúa Gachet . "No quiero ver esta tierra en manos de las empresas
chinas".
.
Para leer mas.
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/09/12/actualidad/1378978383_559824.html
http://www.rtiexploration.com/
http://www.elmundo.es/elmundo/2013/08/23/internacional/1377273909.html
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/09/12/actualidad/1378978383_559824.html
http://www.rtiexploration.com/
http://www.elmundo.es/elmundo/2013/08/23/internacional/1377273909.html
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