La decisión de los síndicatos mayoritarios de apoyar el fracking mediante la puerta de entrada de la "investigación" y en consonancia con la patronal química, el Gobierno central y personajes del sector de la fractura hidraúlica, es una realidad también en Cantabria. Así, según el Diario Montanés, hace unos días se habría refrendado esta postura por los sindicatos en esta comunidad autónoma.
Este apoyo resulta más doloroso si se considera la oposición que viene manteniendo Cantabria a la fractura hidraúlica y que incluye una ley prohibicionista elaborada por un Gobierno autonómico del mismo signo político que el Gobierno de España. El gobierno de Ignacio Diego legisló en defensa del territorio y a sabiendas de un enfrentamiento con el Gobierno central que podría acabar en los tribunales de justicia.
Por otra parte, las razones expuestas para defender el "inicio del fracking" por parte de los sindicatos parecen coincidir con los argumentos pregonados por el grupo de presión de "shale gas" y del ministro Soria.
Resulta inevitable tener que mencionar el "delicado" momento que están pasando los sindicatos mayoritarios en España. El caso de los ERE y de los "cursos de formación" en Andalucía los relaciona en casos de prácticas delictivas y con una investigación judicial en curso.
Los síndicatos mayoritarios españoles, al contrario que otros europeos, nunca han conseguido tener una independencia económica y han venido necesitando de las ayudas estatales para mantener su estructura. Para muchos críticos esta dependencia de los presupuestos estatales no hace sino aumentar su vulnerabilidad ante posibles presiones gubernamentales y restrigir su grado de maniobra.
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