martes, 22 de octubre de 2013

Y los 300 llegaron a Santander



Llegaron los  "300" a Santander y fueron recibidos por otros tantos que les esperaban. Estos "300" no eran de Esparta, eran de Toranzo, de Luena, de Pas, de Carriedo y de otros lugares de Cantabria. No portaban lanzas y escudos ni estaban adiestrados con maestría en el arte de la guerra. Los "300" formaban un grupo heterogéneo, representaban desde la niñez hasta la vejez, urbanitas y rurales, llanos y cultivados, montaban en caballos de hierro y defendían su propósito con el uso de la palabra. La plaza del Ayuntamiento de Santander quedaba lejos del paso de las Termópilas.

Sin embargo, los espartanos y los cántabros parecieron cercanos. Con convencimiento y firmeza coincidieron en el mismo objetivo: la defensa a ultranza del territorio. 

Hace años, el actor Luis Tosar, interpretando el papel de un habitante de Vega de Pas y ante un hecho dramático que podria distanciarle de la persona amada, encontró el sosiego en una frase: " Lo que no se habla se borra". Y tenía razón, lo que se borra deja de existir.

Pero, a veces, ni se busca ni se quiere borrar. No se desea el olvido. En España, fuera de las grandes urbes, los hechos dramáticos se discuten y se transmiten entre vecinos, de padres a hijos, de mayores a jóvenes y se mantienen en el recuerdo hasta que acaban en leyenda, en mito, en enseñanza férrea del pasado, en una herida que ni el fuego pudiera cerrar.

En el tema del fracking, mucha gente no conoce porque no ve. Se percibe borroso y difícil de perfilar. Sin embargo, y si por desgracia, llega el día en el que una máquina, escoltada por uniformados de verde, abra la tierra y derribe árboles en paisajes hasta ahora protegidos, habría  que ver cuanto de borrosa o enfocada se percibiría  esa imagen por personas ahora silentes.

Tal vez el Gobierno, el PP, el ministro Soria y otros políticos, hasta el propio Repsol, en la búsqueda del gas terminen encontrando la inmortalidad.




2 comentarios:

  1. La palabra es la que nos permite expresarnos y decir lo que pensamos y en lo que creemos ,es nuestra mejor aliada y nos quieran escuchar o no ,no tienen más remedio que oirnos y esa es un arma que ni nos pueden quitar ,ni tampoco nos pueden callar.Y nos van a tener que oir en Santander ,en Madrid ,en Europa y alla donde estemos cada uno de nosotros que defendamos un no a la fractura hidraulica .La palabra nos hace ser libres y el derecho a podernos expresar es precisamente eso un derecho .La palabra tiene más fuerza que las armas,que la propia fuerza humana.No necesitamos puños , ni nada por el estilo ,nuestras voces ,van a ser los misiles que no tengo ninguna duda van a parar todo esto.Y este unisono, si quedara como una leyenda de cuando toda Cantabria entera grite FUERA A TODAS LAS EMPRESAS GASISTAS Y NO AL FRACKING.
    Un saludo JLO

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  2. Totalmente de acuerdo. La palabra tiene fuerza, pero algunos hechos, como acordarnos de determinadas cosas al elegir a nuestros representantes politicos, también.
    Saludos, JLO

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