miércoles, 2 de octubre de 2013

En Canadá, realizarán fracking inyectando gas.


La empresa de energía más grande de Quebec, Petrolia, ha estimado unos 40 mil millones de barriles de petróleo bajo la superficie de la isla de Anticosti, una joya ecológica en la desembocadura del río San Lorenzo. Sin embargo, ha causado una gran polémica  entre los pocos habitantes de la isla y un debate más amplio acerca de los beneficios económicos y riesgos ambientales de la explotación de petróleo y gas.

La compañía quiere probar una tecnología novedosa de fracking, la inyección de gas natural en lugar de agua para empujar el petróleo a la superficie.

El director ejecutivo de Petrolia, Andre Proulx,  explicó que la inyección de agua en la roca de la isla podría impedir la salida del petróleo. El gas natural utilizado en la operación se podría recuperar y reutilizar, dijo, eliminando la necesidad de descontaminar el agua que se ha utilizado en el fracking.

La compañía tiene como objetivo probar la tecnología en el 2014 y si resulta exitoso, iniciar la producción dos años después. Un puñado de empresas canadienses están interesados en esta versión del fracking.

El Ministro de Medio Ambiente,Yves-François Blanchetde Quebec,  ha declarado que la tecnología deberá  cumplir con estrictas normas ambientales antes de que el método pueda ser autorizado.

El economista Pierre-Olivier Pineau es escéptico, citando el "alto riesgo de la fuga de gas" y alimentando así el cambio climático, entre otros peligros.

La tecnología está siendo considerada como una alternativa al uso del agua en el fracking, donde existe la posibilidad de contaminación de las aguas en el subsuelo.

En Anticosti, el fracking está, al menos, a tres años de distancia, pero los detractores piensan que sera destructivo para el pequeño número de habitantes de la isla. 
Marc Lafrance, fuma un cigarrillo en la puerta  de su cabaña de caza, entre las coníferas, mientras observa como un castor nada en el lago. Manifiesta su oposicion a la explotacion petrolífera.

"Si se contaminan las capas freáticas, la vida silvestre ya no tendrá acceso al agua limpia. Tienen derecho a una buena calidad de vida también", dice.
Lafrance se ha enfrentado la industria energética en los últimos tres años, escribiendo al gobierno, en los tribunales y al emprender una campaña de relaciones públicas y difusión por internet.
Anticosti, dice, "ya tiene una industria: la pesca y la caza" y sus ríos salvajes y majestuosos acantilados, y 400 alces y 200000 ciervos que es mejor dejar en paz.
Él y otros acusan al ex alcalde de la única ciudad de la isla, Port-Menier, de haber conspirado con Petrolia para que una vez aprobado el proyecto, dejar la politica e irse a trabajar para un grupo de presión afín a la empresa.
Las arrugas son visibles en el rostro de Lafrance: "Uno se cansa después de un tiempo luchando con personas cercanas a ti ."
Algunos temen dejar escapar una última oportunidad de recuperación económica que ofrece Petrolia.
"Es esencial para la supervivencia del pueblo que se haga", dijo Martine Leboeuf, un miembro del personal del banco , quien fue convencido en un viaje organizado por Petrolia a Alberta para presenciar de primera mano cómo los beneficios energéticos han transformado la provincia.


















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