La fiebre por la extracción de gas no convencional ha desatado el debate entre los que se encuentran a favor y en contra de la polémica técnica de la fractura hidráulica.
Donde unos ven oportunidad otros vemos ruina. Las empresas del sector del hidrocarburo y el Gobierno,que ya ha dado alas a su desarrollo,se mueven en terreno revuelto debido a las numerosas muestras de rechazo por parte de la sociedad,ecologistas,expertos y políticos que se posicionan en contra de esta técnica.
Una cara de la moneda está asociada a la plataforma Shale Gas que defiende la técnica como segura y sostenible y asegura que España tiene una de las legislaciones ambientales más extrictas y que los acuíferos están totalmente protegidos y además los productos químicos utilizados,son sustancias reguladas,algunas presentes en los productos de limpieza comunes,o incluso en la industria alimentaria.
Lo cierto es que planteado así dan ganas de poner un pozo en cada jardín.
La otra cara de la moneda está asociada a la mayor parte de la población que vemos claramente como podrían quedar contaminados nuestros acuíferos y el aire que respiramos,además de tener problemas de abastecimiento de agua, y aumentar el riesgo de sismicidád en la zona donde se instalan los pozos y el gran impacto que supone para el paisaje.
La moneda está lanzada y ahora nuestro interrogante es:
¿ Que saldrá,cara o cruz ?
Pues que salga cruz,porque será la que nos evitemos llevar a cuestas por culpa de estos hijos de puta, incluyendo a los políticos,para el resto de nuestras vidas.
ResponderEliminarMe cago en el fracking