Semana tras semana leemos alguna noticia del fracking en la
prensa nacional. Casi todas son negativas: la aprobación de algún permiso nuevo
por parte del gobierno, escuchar a algún ministro decir que el fracking es una
salida de futuro, leer la represión que la policía ejerce en algunos países
contra los activistas y ciudadanos antifracking,…
Hasta hace unos meses, era difícil leer noticias
relacionadas con el fracking en los medios nacionales. Casi todas las publicaciones
de noticias se limitaban a medios de comunicación locales, próximos a zonas
afectadas por peticiones de permisos relacionados con la fractura hidraúlica. Y
eso es positivo. Es positivo que cada vez sean más los medios, y de un ámbito más
general, los que se hagan eco de noticias relacionadas con esta técnica porque
ayudan a que la sociedad tenga información.
Cada vez que se publica una noticia, los comentarios aumentan.
Cada vez son más los que escriben sus ideas, sus opiniones, y resulta positivo
leerlos, sobre todo cuando ves que tras decenas de mensajes, muchas veces no se
encuentra ni uno sólo a favor de la técnica. Todos negativos, todos expresando
las consecuencias que el fracking puede tener. Y esto también es positivo. La
contradicción de que todos los comentarios que hablan negativamente de la
fractura hidraúlica es positiva para que cada vez sean más los que se unen a la
causa “Fracking No”
Si leemos los comentarios que genera cualquier otro tipo de
noticia, ya sea de política, deportiva, de sociedad, siempre encontramos
opiniones a favor y en contra, pero resulta imposible encontrar una unanimidad
tan brutal como la que se ve en los comentarios sobre el fracking.
El fracking ha conseguido lo que casi nadie más ha logrado,
y es el consenso. Grupos tan dispares como los ecologistas, los cazadores, los
ganaderos, los hosteleros, los empresarios,funcionarios, autónomos,
agricultores,…. comparten la opinión de FRACKING NO.
Rebuscando, sólo he conseguido encontrar dos grupos que
apoyan la fractura hidraúlica. Por un lado las petroleras o empresas relacionadas
con la fractura hidraúlica (e incluso algún que otro “asesor” que a su vez es
accionista de empresas que piden permisos). Y por otro lado los políticos.
Haciendo una salvedad. No son los políticos de calle, los concejales, los
alcaldes, los que están a favor del fracking. No, nos referimos a esos otros
políticos, los de “alto standing”, los que dirigen gobiernos y hacen oídos
sordos a lo que la inmensa mayoría de los ciudadanos claman. Esos políticos de “alto
standing” que muchas veces en lugar de mirar por los intereses del pueblo,
miran por los suyos propios, por buscar esas puertas giratorias que coloque sus
culos en sillones de consejos de administración. Esos políticos de “alto
standing” que ni oyen, ni escuchan ni leen a los ciudadanos.
Y eso también es positivo. Son tan pocos los que apoyan la
fractura hidraúlica, que, aunque estén en el poder, aunque tengan el dinero, la
presión social tiene que conseguir que desistan con esta locura.
Cada vez somos más. ¿Te unes?