Mientras los gobiernos de EE.UU. y Europa (UE) continúan negociando el tratado Asociación Transatlántica para la Inversión y el Comercio
 (TTIP), las organizaciones ambientales están cada vez más preocupadas por una
 laguna que podría dejar la puerta abierta para expandir el fracking en ambas regiones.
 De acuerdo con un informe publicado por Amigos de la Tierra Europa , el Sierra Club , Corporate Europe Observatory entre otros, el TTIP contiene un lenguaje que podría permitir a las 
empresas de energía llevar a los gobiernos hasta árbitros privados si 
tratan de regular o prohibir el fracking.  Ahora, los activistas en Europa y los EE.UU. están luchando para eliminar esos derechos en el acuerdo comercial.
 "Dar a las empresas más derechos en el marco del acuerdo comercial 
UE-Estados Unidos socavaría la creciente resistencia de Europa al 
fracking", dijo Antoine Simon de Amigos de la Tierra Europa. 
 "Las compañías de energía no deben tener la facultad de impugnar leyes 
democráticamente acordadas que protegen el medio ambiente y la salud de 
los ciudadanos".
 "En pocas palabras, esto pone precio a las personas, a la democracia y al planeta."
El
 informe, "No Fracking Way", afirma que la cláusula de Solución de 
Controversias Inversionista-Estado permitiría a las empresas reclamar 
daños y perjuicios en tribunales secretos o paneles de arbitraje si 
creen que sus beneficios se ven afectados negativamente por los cambios 
en la política de regulación.  Esas empresas podrían reclamar una indemnización en los tribunales internacionales privados. 
 Las empresas estadounidenses o las que tienen una filial en los EE.UU. y que 
invierten en Europa también podrían utilizar esos derechos de buscar 
compensación por la prohibición o cambios de reglamento sobre 
fracking. 
 Los árbitros se establecen principalmente para los casos de inversión y
 no forman parte del sistema judicial normal, según el informe.
 "El comercio debería ayudar a fortalecer las economías y no a poner en riesgo a las familias y a la protección de las comunidades", comentó Ilana Solomon, director del programa de comercio 
responsable del Sierra Club.  "La atroz demanda de Lone Pine
 muestra cómo la solución de controversias inversionista-Estado amenaza a
 las personas y al medio ambiente al permitir que las grandes 
corporaciones ataquen las políticas del sentido común. 
 Necesitamos protección contra las prácticas peligrosas como el 
fracking, y las grandes empresas de petróleo y gas no deben de utilizar 
el comercio como la carta de triunfo para salirse con la suya".
 El informe señala varios ejemplos, incluyendo la solicitud del gigante 
energético sueco Vattenfall que ha pedido el  equivalente da casi 5,000 millones $ a Alemania para compensar por el voto para eliminar 
gradualmente la energía nuclear .
En los EE.UU., algunas ciudades y estados se están dando cuenta de los peligros de la fractura hidráulica.  La semana pasada, el Consejo Municipal de Los Ángeles aprobó una moratoria sobre fracking dentro de los límites de la ciudad.  La decisión hizo de Los Angeles, la ciudad más grande del país que ha aprobado esta decisión.
 Cuatro días antes de eso, distintos grupos en Colorado lanzaron una iniciativa de ley para esencialmente dar a los residentes el control sobre el fracking dentro de sus comunidades.
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